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sábado, 26 de marzo de 2011

pone de relieve la visita del Canciller brasileño a La Paz y menciona aunque tímidamente que la mayor producción de coca es causa del aumento de cocaína. Bolivia está siendo observada, OJO!

Cuatro colombianos fabricando cocaína
Hay un riesgo inminente del crecimiento del tráfico de estupefacientes, que Bolivia todavía minimiza debido a que las secuelas aún no se perciben. (La Prensa. LP.Bolivia)

El pedido realizado el día de ayer por el canciller de la República Federativa del Brasil, Antonio Patriota, durante la visita protocolar a Bolivia, sobre la necesidad de incrementar la cooperación antidrogas entre los países sudamericanos debe interpretarse como el conocimiento, por parte del vecino país, de un riesgo inminente del crecimiento del tráfico de estupefacientes. Riesgo que Bolivia todavía minimiza debido a que, en nuestro territorio, las secuelas de este régimen aún no se perciben en todos sus alcances. 

Las preocupaciones expresadas por el dignatario constituyen alertas con respecto al peligro que subyace detrás de este negocio criminal en América Latina. Es alarmante que haya señalado que “las redes están por todas partes” y que exista la posibilidad de que “en nuestra región la cuestión asuma una proporción comparable” a lo que acontece en México. Recordemos que en Ciudad Juárez (Chihuahua) se reportan miles de muertes producto de “la Guerra Contra el Narcotráfico”, estadísticas que incluyen la baja de civiles, policías, militares y periodistas. 

A este efecto, el Canciller ha manifestado la intención del Brasil de brindar colaboración bajo el marco de un acuerdo bilateral para controlar la producción de coca en Bolivia, uno de los insumos utilizados para la fabricación de la pasta base de cocaína. 

¿No significa esto que países vecinos ven a Bolivia como un Estado con problemas de narcotráfico? ¿Será que la comunidad internacional, o por lo menos la latinoamericana, tiene duda razonable respecto al avance en la destrucción de plantaciones ilegales de coca en el trópico cochabambino? Lo cierto es que el canciller Patriota visitará mañana la provincia Chapare, donde representantes de Estado mostrarán las acciones realizadas dentro del programa de lucha contra las drogas. 

Hace pocos días, este medio se preguntaba con quién se aliaría Bolivia para implementar una política de lucha contra el narcotráfico. Aplaudimos la iniciativa del Gobierno y la predisposición de la República Federativa del Brasil de apoyar al Estado en este problema de relevancia nacional e internacional. 

Tradicionalmente, en nuestro léxico, era común referirse en los años 1990 al “Cartel de Cali” así como al “Cartel de Medellín”, y lamentarse por los ciudadanos colombianos asesinados por causas relacionadas al narcotráfico. Gracias a un esfuerzo de años y políticas estatales sólidas, esto ha cambiado para Colombia. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), fundada a sugerencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha retirado a la República de Colombia de la lista de países observados producto de problemas relacionados al narcotráfico. Camilo Uribe, miembro del directorio de JIFE, interpretó este hecho como “…una voz de aliento para que este país siga luchando” contra la oferta y demanda de drogas. ¡Qué gran noticia! ¿No es esto una prueba irrefutable de que es posible hacerle frente a este régimen? 

Dicho informe señala que a raíz del retiro de Colombia de esta lista, en 2011 se evaluará la situación de Bolivia. ¿Seremos capaces de mostrar al mundo resultados objetivos dentro de la lucha antidrogas, conducentes a limpiar el nombre del Estado Plurinacional? Ojalá, y cuanto mejor si estos resultados provienen de la ayuda del Brasil. 

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