En un bien acondicionado hotel de República Dominicana, el ex jefe antidrogas de Bolivia, René Sanabria iba a finiquitar un nuevo negocio: el envío de 2,5 toneladas de cocaína desde el puerto de Arica hacia Miami.
Pero Sanabria no llegó a la cita prevista para el pasado 26 de febrero. Dos días antes fue detenido en Panamá y deportado a Estados Unidos, donde está preso por narcotráfico.
El envío de las dos toneladas de droga era la segunda fase de la operación que inició la DEA contra el ex jefe policial para comprobar su participación en el narcotráfico y que contó con el apoyo del OS-7 de Carabineros. El despacho del cargamento fue acordado en Arica entre Sanabria y los agentes de Carabineros que se hicieron pasar por compradores de droga colombianos.
La reunión: El encuentro se realizó el pasado 20 de agosto. Ese día, Sanabria ingresó a Chile por tierra, junto al jefe policial Milton Sánchez. Ambos tomaron un colectivo y se trasladaron a un hotel de Arica.
Allí fueron recibidos por los agentes policiales. Cenaron y fueron a recorrer la ciudad. Los policías habían hecho las reservas y cancelaron los gastos de los bolivianos. Al día siguiente se conversaron los detalles del acuerdo. La reunión se efectuó en una suite del hotel especialmente acondicionada por la policía con un sistema de grabación de audio e imagen.
Según fuentes de la investigación, el encuentro duró una hora y media. Sanabria señaló que controlaba y supervisaban el ingreso y salida de todos los productos de Bolivia en su calidad de jefe del Centro de Inteligencia del Ministerio de Gobierno (Cigein). La escena fue registrada por cámaras de alta definición.
Explicó que solamente había que buscar una fachada y documentación para sacar el contenedor con droga desde Bolivia. Ahí surgió la idea de que fuera una exportación de mineral, preferentemente piedras de zinc. En la reunión se le planteó a Sanabria el envío de 2,5 toneladas de cocaína, pero se le pidió que antes había que probar la ruta con un alijo menor: 144 kilos.
El ex general abandonó Chile la noche del sábado 21 de agosto. Tomó un bus con destino a Bolivia con un maletín con US$ 75 mil para los gastos del primer embarque.
La promesa: El ex general cumplió el acuerdo. El cargamento con 144 kilos de cocaína fue despachado desde el puerto de Arica y llegó en noviembre a Miami, sin demora. Toda la operación estuvo monitoreada por la DEA.
En diciembre, los agentes de Carabineros, haciéndose pasar por narcotraficantes, tomaron nuevamente contacto con Sanabria: lo felicitaron por la entrega y le señalaron que en febrero debía trasladarse hacia República Dominicana. Allí lo iban a esperar otros representantes del grupo de falsos narcotraficantes colombianos con los cuales había estado en Chile, para finiquitar el negocio.
Sin embargo, le pidieron que hiciera una escala en Panamá. Allí, fue detenido el pasado 24 de febrero, junto al narcotraficante Marcelo Foronda Azero. Ambos fueron enviados a Miami en menos de 24 horas.
El viernes, el Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, defendió la política de combate a la droga del Presidente Evo Morales. Dijo que tras la detención del ex general Sanabria, en Panamá, "se ha montado una suerte de ofensiva de algunas naciones para mellar la dignidad de Bolivia". Añadió que fueron detenidos tres oficiales vinculados al ex jefe antidrogas.
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