Desde que la justicia federal de Salta pidió más radares en el espacio aéreo de la frontera con Bolivia, por la “lluvia de cocaína” (fardos arrojados desde aviones en los montes salteños), parece haber crecido el tráfico de la droga por vía terrestre: en una jurisdicción donde se secuestran, en promedio, 1.000 kilos de cocaína por año (algo más de 80 por mes), sólo en mayo pasado se incautaron 200 kilos. Y la cifra viene en aumento. Esto lo certifica el juez federal de Orán, Raúl Juan Reynoso, en cuya jurisdicción están los pasos fronterizos de Aguas Blancas (frontera con Bermejo, Bolivia), y el de Salvador Mazza (frontera con San José de Pocitos, Bolivia). Durante una entrevista con Clarín , el juez afirmó que “ cada día hay mayor cantidad de droga circulando en el país ”.
–¿Los narcos están utilizando más el paso de Aguas Blancas? –En este paso fronterizo aumentaron últimamente los secuestros de cocaína. Allí, Gendarmería tiene fosas para revisar íntegramente los vehículos y la Aduana cuenta con un escáner móvil. Pero aún así los narcos traen droga oculta en vehículos. Ahora la Gendarmería va a recibir un equipamiento especial para ver qué hay en el interior de los camiones cisterna.
–¿Se incrementó el “tráfico hormiga” de cocaína hacia Buenos Aires a partir de que se volvió a hablar del tema de los radares para controlar el espacio aéreo? –Estimo que no hay temor, por lo menos fundado, para que los narcotraficantes utilicen el espacio aéreo del norte salteño, debido a que es de conocimiento público que sólo hay un radar en la zona, y para vuelos de gran altura. Tampoco se puede decir que se haya incrementado el “tráfico hormiga”, sino más bien que se mantiene el alto flujo que siempre tuvo.
–¿Cuáles son las modalidades más utilizadas? –Los “camellos” que adosan la droga a sus cuerpos, los “capsuleros” (que tragan cápsulas de cocaína) y las mujeres que llevan la droga en la vagina. Otra forma es la de empapar con cocaína líquida las prendas de vestir. Hay quienes viajan y esconden la droga entre los asientos, el baño y los tachos de basura de los colectivos. Están los cargamentos encapsulados en los vehículos en lugares como el tanque de nafta, las puertas, los zócalos y el techo. En un camión cisterna se secuestraron 200 kilos de cocaína. Después están aquellos que por medio del monte usan caballos y mulas, o motos.
–¿Le sorprende la cantidad de formas que se usan para traficar? –¡Hay cada cosa! Se detectó cocaína en sillas de ruedas, en caños de bicicletas, en estatuas, en cuadros y en imágenes de santería. También encontramos caramelos o bombones hechos de cocaína.
–¿El tráfico general aumentó? –Es así. Cada día hay mayor cantidad de droga circulando en el país, y más procedimientos. Y es aquí, en el norte, donde se detectan los modus operandi . Por ejemplo, los primeros casos de cocaína negra con la que se fabrican las partes laterales de valijas y maletines se detectaron aquí, y también el tráfico en pañales para bebés.
–¿Y aumentó también el consumo de cocaína en el norte salteño, siempre considerado como un lugar de paso? –No sólo en el norte aumentó el consumo. Argentina ya no es sólo espacio de tránsito. El consumo de cocaína y marihuana es alto. Se ve en los boliches, en los espectáculos y en los colegios. La Policía de Salta hizo varios allanamientos en barrios donde se secuestra pasta base. Y ahora se suma que a los menores también los utilizan para distribuir la droga.
–¿Y sus padres? –Hay familias enteras que quedaron detenidas en procedimientos hechos en bocas de expendio. A los menores se los reubica con otros parientes y sus padres quedan procesados.
–¿Hubo casos de aborígenes que también traficaban? –Casi nunca los aborígenes son usados para transportar cocaína. Algunos son consumidores y estos casos son denunciados por los propios caciques de las comunidades. La mayor cantidad de casos se dio en la zona de Tartagal.
–¿Hacia dónde va la droga que viene de Bolivia? –Hasta un kilo queda en la región. Los cargamentos de hasta 50 kilos van para el centro del país como Córdoba, Rosario o Mendoza. Los más grandes pasan a Buenos Aires, donde se acopia para distribuirla en el lugar o enviarla al extranjero. Aquí, la mayoría de los secuestros los hace Gendarmería (80%), seguidos por Aduana (15%) y la Policía de Salta (5%).
–¿Dónde se acondicionan los vehículos para embutir la cocaína? –En Bolivia y en el norte de Salta. En Salvador Mazza hicimos procedimientos en talleres mecánicos, casas de familia y comercios. No sólo encontramos más droga, sino documentación importante.
–¿Hay influencia de carteles actuando en la frontera? –No sé si corresponden a grandes carteles, pero detectamos organizaciones internacionales que operan desde Bolivia, con ramificaciones en Argentina y conexiones en países europeos. Aquí hubo clanes enteros asentados en Salvador Mazza, donde hasta hubo ataques y tiroteos con homicidios por venganzas entre narcos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
agradezco por toda crítica sana sin insultos ni vulgaridades, mejor si contiene ideas y sugerencias