tres bolivianos disparados. dos brasileños quemados. (El Dia.SC) |
Cansados de tanta violencia unos 300 pobladores de la localidad de San Matías lincharon y quemaron vivos ayer a dos ciudadanos brasileños implicados en el asesinato de tres bolivianos el pasado lunes a las 23:00. El triple crimen ocurrió en el barrio San Pedro de esa localidad donde los bolivianos Pablo Parabá Ramos (33), Edgar Suárez Rojas (26) y Vanderley Costas Parabá (22) fueron asesinados por varios disparos que habrían salido del arma del brasileño Rafael Max Díaz (27), quien ese momento se encontraba acompañado de su compatriota Jefferso Castro Lima (22). Díaz y Castro se dieron a la fuga, aunque este último fue detenido a las pocas horas por la Policía. Desde ese momento se montó una operación para detener a Díaz, quien por información de la misma Policía se encontraba en fuga a bordo del vehículo de una de las víctimas.
Estaba refugiado en el monte. A las 16:40, la Policía quedó alertada por la denuncia de un poblador de San Matías, que tuvo contacto con Díaz en su propiedad rural, donde el brasileño llegó a pedir agua. Inmediatamente la Policía movilizó a sus cuatro efectivos y tras un intercambio de disparos redujo al brasileño que intentaba escabullirse entre una maleza seca luego que los proyectiles de su arma de fuego se acabaron. El jefe de la Felcc de esa localidad, mayor Edwin Rojas, informó en conferencia de prensa de la aprehensión de los autores y los mostró ante los medios. Según el informe policial, el móvil del crimen se debió a que los brasileños reclamaron a sus víctimas sobre el dinero por unas motos robadas, ingresadas a territorio boliviano. Tras un encontrón en la discusión les habrían disparado.
Furia descontrolada. Los familiares y pobladores de San Matías, al enterarse de la detención del supuesto asesino, se trasladaron hasta la Policía para asegurarse que no sea liberado. Llegaron acompañados de una muchedumbre hasta la carceleta, donde en medio de los insultos exigían justicia.
Estaba refugiado en el monte. A las 16:40, la Policía quedó alertada por la denuncia de un poblador de San Matías, que tuvo contacto con Díaz en su propiedad rural, donde el brasileño llegó a pedir agua. Inmediatamente la Policía movilizó a sus cuatro efectivos y tras un intercambio de disparos redujo al brasileño que intentaba escabullirse entre una maleza seca luego que los proyectiles de su arma de fuego se acabaron. El jefe de la Felcc de esa localidad, mayor Edwin Rojas, informó en conferencia de prensa de la aprehensión de los autores y los mostró ante los medios. Según el informe policial, el móvil del crimen se debió a que los brasileños reclamaron a sus víctimas sobre el dinero por unas motos robadas, ingresadas a territorio boliviano. Tras un encontrón en la discusión les habrían disparado.
Furia descontrolada. Los familiares y pobladores de San Matías, al enterarse de la detención del supuesto asesino, se trasladaron hasta la Policía para asegurarse que no sea liberado. Llegaron acompañados de una muchedumbre hasta la carceleta, donde en medio de los insultos exigían justicia.
Según reportes de la Red Erbol, los pobladores perdieron la calma tras ser gasificados por la Policía y armados de palos y piedras, rebasaron a los uniformados, a quienes hicieron retroceder.
Luego, lograron sacar de la carceleta a los dos brasileños, para llevarlos a la calle, donde fueron golpeados. Posteriormente, les rociaron con gasolina y prendieron fuego, dando fin a sus vidas.
Pesar en la familia. Silvio Parabá, hermano y primo de dos de las víctimas, en contacto telefónico con la Red Uno, dijo que a sus familiares (bolivianos) los mataron como a perros por una simple broma que le hicieron al brasileño mientras compartían tereré (mate frío) en su domicilio.
Pesar en la familia. Silvio Parabá, hermano y primo de dos de las víctimas, en contacto telefónico con la Red Uno, dijo que a sus familiares (bolivianos) los mataron como a perros por una simple broma que le hicieron al brasileño mientras compartían tereré (mate frío) en su domicilio.
"El pueblo le dio el apoyo a mi familia porque conocían a mi hermano. Acá (San Matías) no hay justicia boliviana solo brasilera”, dijo apenado por la muerte de su hermano Pablo Ramos Parabá.
Los cuerpos de los dos extranjeros ardieron durante largo rato junto al vehículo de un abigeatista, también quemado por los pobladores de San Matías.
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