Al pie del ícono de la justicia en Santa Cruz, el edificio con fachada de cristal situado en la esquina de las avenidas Uruguay y Monseñor Rivero, un sicario atentó contra la vida del abogado Denver Pedraza López, disparándole una andanada de balas de grueso calibre, dos de las cuales impactaron en la humanidad del jurista que se encuentra con pronóstico reservado en la clínica Kamiya.
Tras el hecho criminal la Policía y el Ministerio Público se movilizaron y arrestaron a dos sospechosos en el edificio Schawn, situado en la calle 24 de Septiembre, donde el afectado tiene su bufete. Se conoce que uno de los incriminados es de nacionalidad colombiana.
El hecho criminal sucedió a las 15:00, cuando Pedraza llegaba al Palacio de Justicia acompañado de su abogado y amigo, Freddy Fernández, y de un cliente. “Escuché los disparos cuando estábamos por subir las gradas del Palacio. Yo me tendí al suelo y le grité a Denver que también lo haga, pero siguió de pie avanzando hacia la entrada. De ahí el maleante se acercó más e hizo al menos unos siete tiros contra mi amigo. Luego se marchó caminando, pero más allá corrió porque la gente empezó a perseguirlo. El hombre es bajito, más o menos de 1,60 metros de estatura. Era delgado, cabello corto, medio moreno. Recuerdo que vestía una camisa amarilla o color mostaza con rayas”, relató Fernandez.
Pedraza quedó tendido en el suelo perdiendo sangre, mientras decenas de personas se aglomeraron a su alrededor. Posteriormente lo subieron a un vehículo y lo internaron en la clínica Kamiya, ubicada a unos pasos del lugar del ataque.
Entre tanto, el autor de la balacera fue visto cruzando el paseo de la bliblioteca central y en una de las calles adyacentes abordó una moto en la que lo esperaba un cómplice.
Tras la agresión se tejieron una serie de conjeturas sobre el estado de salud de Pedraza. Unos dijeron que había muerto al recibir cinco balazos y tros que sus dos celulares que llevaba en el bolsillo de su camisa le salvaron la vida, puesto que supuestamente bloquearon la trayectoria de un proyectil que posiblemente hubiera destrozado el corazón.
Lo cierto es que la víctima recibió dos impactos. Uno en el costado derecho, que le causó una lesión subcutánea de entrada y salida, y otro en el glúteo izquierdo, que la fracturó la pelvis y dañó decenas de vasos sanguíneos, según el médico forense Celso Cuéllar.
Pedraza fue sometido a una operación que duró varias horas y estará bajo observación 24 horas. “Tiene pronóstico reservado. La lesión puede causar entre 55 y 60 días de impedimento”, señaló Cuéllar.
Tras conocerse el atentado, fiscales, jefes policiales e investigadores llegaron a la clínica y consiguieron que Denver les proporcione el nombre de una persona que él cree que lo mandó matar.
“La investigación se inició con los datos que él dio, pero no vamos a revelar el nombre del sindicado para no entorpecer las pesquisas”, dijo la fiscal Consuelo Severiche. Los primeros sospechosos fueron arrestados en la calle 24 de Septiembre para ser interrogados.
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