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domingo, 1 de mayo de 2011

la información ofrecida por Los Tiempos y elaborada por Gisela Alcócer revela la quema de casas por colonizadores que desean preservar la tierra e impedir la siembra de hojas de coca para cocaína

El fuego consumió cerca de 40 casas cocaleras que los dirigentes de la subcentral del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure (Tipnis) destruyeron como advertencia. A pesar de las normas emitidas y las promesas efectuadas, los colonos volvieron a invadir el territorio indígena para plantar más coca excedentaria.
El conflicto ocurrió hace cuatro días, después de que los dirigentes de la subcentral de los indígenas de los pueblos chimán, mojeño trinitario y yuracaré, detectaron que un grupo humano se instaló en la parte sud de su territorio.
Según el ejecutivo de esta subcentral, Alfredo Moye, “en la zona de los ríos Ojotas e Ichoa, al navegar, hemos descubierto una gran deforestación, en unas 40 hectáreas de nuestro terreno. Al inspeccionar vimos que la tierra estaba llena de coca recientemente plantada, camuflada debajo del arroz”. Agregó que “se sembró el arroz, pero no lo están cosechando, vimos que ahí se está echando a perder y se está pudriendo. No les interesa el arroz, sino lo que está debajo”.
El dirigente explicó que se extrajo gran cantidad de madera de la zona lo que le afecta directamente a los dueños legítimos de los terrenos, pues al haber extraído árboles de las riberas, se provocaron desbordes.
Esta nueva invasión cocalera ocurre sobre las 1.091.656 hectáreas que fueron conferidas por el presidente Evo Morales a la Subcentral del Tipnis, a través del Título Ejecutorial TC0NAL000229, promulgado el 7 de febrero del 2009, con el cual este Gobierno ya había quitado a los indígenas alrededor de 200 mil hectáreas, pues originalmente en la dotación de Tierra Comunitaria de Origen, efectuada por el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, se les habían entregado 1.236.296 hectáreas a través del título TCONAL00002 emitido el 25 de abril de 1997.
Este recorte se efectuó precisamente porque ocho centrales cocaleras se instalaron en la región y los originarios no pudieron desalojarlos. “Es una invasión extra, nueva. Recientemente han ido a hacer este trabajo de chaqueo porque están rozando los montes y tumbando árboles. Las plantaciones de coca aún no están grandes, están en un máximo de 10 centímetros, no es coca de muchos años”, dijo Moye.
El secretario de Recursos Naturales de la Subcentral del Tipnis, Marcelino Moye, dijo que “es bastante preocupante para nosotros como dueños de casa, porque es un atropello” y explicó que “hemos descubierto 40 casas y a más de 20 cocaleros. Les hemos dado plazo de 15 días para que todos los que están dentro de nuestra área salgan”.
El dirigente dijo que en ese lapso “nuevamente vamos a entrar a ese territorio y a hacer el desalojo total. No tenemos miedo de enfrentarnos porque ya hemos hecho la primera parte y podemos hacer la segunda”.
Los dirigentes indígenas explicaron que los tres pueblos que viven en el Tipnis son nómadas, lo que significa que “nos vamos moviendo de un lugar al otro, porque somos dueños del territorio. Así vivimos”.
Cocaleros desconocen el hecho
El secretario ejecutivo de la Federación Trópico, Mario Castillo, aseguró que “tenemos una línea remarcatoria definida con los hermanos indígenas”. Esta federación se encuentra dentro del área “colonizada” del Isiboro Secure, que tiene a ocho centrales cocaleras habitando la zona.
El dirigente sostuvo que no existían invasiones cocaleras al Tipnis, porque según explicó “en ese lugar está la Fuerza de Tarea Conjunta con cuatro campamentos que están en la central Tacopaya, en la central 10 de Mayo, en la central San Gabriel y en la central Uncia”.
Castillo descartó que los invasores sean cocaleros afiliados a las seis federaciones cocaleras del Trópico de Cochabamba. “No están entrando otras personas, porque ya están consolidados en las centrales los afiliados en los sindicatos que conforman, porque nosotros no permitimos el ingreso de una persona que es desconocida, los afiliados son conocidos y están controlados bajo los dirigentes del lugar” y aclaró que: “En caso de que hubieran estas invasiones a nosotros nos gustaría saber en qué lugar, porque hay muchos que dicen que hay plantaciones excedentes y yo quisiera que denuncien cuáles son los avances en los parques, porque nosotros les vamos a dar un castigo severo dentro de nuestras organizaciones”.

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