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jueves, 6 de diciembre de 2012

derepente. sucedió el relevo en el más alto puesto de la Policía Bolivia. citó a la oficialidad a las 7.00 a.m. en el hall del Palacio y le tomó el juramente al coronel Jorge Alberto Aracena Martínez que de inmediato fue observado por DDHH por haber participado en Chaparina


El primer mandatario de Bolivia realizó estas declaraciones luego de posesionar al nuevo comandante nacional de la Policiía, Jorge Alberto Aracena Martínez. Señaló que la persona “de afuera” infiltrada en la red de extorsionadores, integrada por más de una decena de funcionarios de Gobierno, jueces y fiscales; buscan, además, hacer “campaña sucia contra el presidente (Evo Morales), el gobierno y el proceso de cambio”.
Señaló que si bien antes los funcionarios públicos cometían actos de corrupción en las diferentes carteras de Estado o instituciones públicas, ahora “se organizan desde ahí para extorsionar, chantajear y usar a fiscales y jueces”.
En esa línea, remarcó que con su Gobierno combatirá la corrupción “sea grande o mediana”. “Todos los ministros tienen la obligación de denunciar ante el Ministerio Público o el Ministerio de Transparencia para que (el funcionario extorsionador o corrupto) sea procesado”.
Otras de las advertencias que realizó el jefe de Estado es que: “Ninguna persona, ni funcionario (público) puede usar el nombre de Evo Morales” o ministros para hacer gestión o extorsionar. Dijo tener conocimiento que hay trabajadores del Gobierno que fingen hacer llamadas al presidente cuando están en “pleno acto de extorsión”. 
Citó como ejemplo a un funcionario público, de sexo masculino, que procedió de esa forma para sacar a su víctima entre 10 y 20 mil dólares. “Ese hombre ahora está en la cárcel”. A decir de Morales, esta información fue obtenida por un reporte del excomandante de las Fuerzas Armadas, Tito Gandarilla.
A finales de noviembre fue destapada una red de corrupción y extorsión conformada por funcionarios de Gobierno, de Dircabi, jueces y fiscales. Este grupo dilapidó los bienes del estadounidense Jacob Ostreicher, que se encuentra privado de libertad en Santa Cruz, hace 19 meses.
El hombre de ascendencia judía-estadounidense llegó a Bolivia en 2010 para invertir, junto a otros socios, cerca de $us 27 millones en agropecuaria. Pero, desde junio de 2011,  fecha en la que pasó a ser un reo más del penal de Palmasola acusado de legitimación de ganancias ilícitas, vive un calvario. 

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