La llamada "Operación Comboio" movilizó a cerca de 200 agentes de la Policía Federal en los estados de Mato Grosso, Pará, Tocantins y Maranhao con el objetivo de cumplir 52 órdenes de arresto y 30 mandatos de allanamiento expedidos por un juez federal, según un comunicado de la institución.
Según un balance parcial divulgado por los responsables de la operación, la banda fue desarticulada ya en las dos primeras horas de diligencias, fueron cumplidas 23 de las órdenes de prisión, pero se espera que todas las demás detenciones sean realizadas este mismo jueves.
El grupo criminal comenzó a ser investigado hace un año luego de que un informe de inteligencia alertara sobre una banda que operaba desde Pontes y Lacerda, ciudades en el estado de Mato Grosso y próximas a la frontera con Bolivia, y que enviaba cargamentos de drogas hacia los estados amazónicos de Pará, Tocantins y Maranhao.
En desarrollo de las investigaciones sobre las actividades de la organización los agentes federales se incautaron de cerca de 560 kilos de cocaína y de diversos automóviles adquiridos con recursos de procedencia ilegal.
Los vehículos, en su mayoría todoterrenos y equipados con poderosos equipos de comunicaciones, eran utilizados por los integrantes del grupo de narcotraficantes para trasladar la cocaína desde Bolivia hasta los estados amazónicos.
En diez incautaciones realizadas durante la investigación, la policía arrestó a trece personas que actuaban como "mulas" del grupo criminal.
Según la Policía Federal, las personas arrestadas en cumplimiento de la operación serán conducidas a la ciudad de Cáceres, también en la frontera con Bolivia, en donde serán interrogadas y puestas a disposición de la justicia.
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