El reciente informe de la Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE) no altera la estrategia en defensa del akulliku y la hoja de coca planificada por el Gobierno, y que el presidente Evo Morales expondrá ante los países miembros del Foro Mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el próximo 12 de marzo, en Viena (Austria).
El vicecanciller del Estado, Juan Carlos Alurralde, en contacto telefónico con este medio, dijo ayer que “nuestra estrategia es la misma, nosotros vamos a ir a exponer los contenidos de nuestra reserva”. Al mismo tiempo, aseguró que la JIFE se “equivoca” (en su informe) y “desinforma porque pone en nuestra reserva solicitudes que no contiene, es inadecuada, no es certera. Le hemos respondido, pero no queremos abundar más en un desencuentro con la JIFE”.
La ejecutiva de las Seis Federaciones de Productores de Coca del Trópico de Cochabamba, Juanita Ancieta, indicó que parte de la estrategia es llevar los productos que se elaboran a base de la hoja. “Vamos a llevar algunos derivados hasta Viena, por lo menos licor de coca, tostado de coca, mate de coca (…)”, dijo.
Sobre la prohibición que existe en los aeropuertos para llevar en el equipaje coca y sus derivados, Alurralde dijo que si bien la coca encabeza la lista de estupefaciente prohibidos por la Convención de 1961, averiguará “a mayor profundidad, porque existen mecanismos para portar cierta cantidad”.
En junio de 2011, Bolivia denunció la Convención de Viena sobre Estupefacientes que condena el akulliku, pero en diciembre pasado expresó su interés de ser readmitida bajo la reserva de que el masticado de coca sea despenalizado sólo para este país
Al respecto, el excanciller Armando Loaiza expresó su temor de que Bolivia no sea readmitida en la Convención de Viena y sugirió al Gobierno elaborar un “plan b” para la reunión de Viena.
Al respecto, el excanciller Armando Loaiza expresó su temor de que Bolivia no sea readmitida en la Convención de Viena y sugirió al Gobierno elaborar un “plan b” para la reunión de Viena.
"Veo difícil la readmisión de Bolivia porque la JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) teme que el pedido pueda alterar la economía jurídica, y crear un antecedente peligroso para 184 países. Hay que entender la posición de la JIFE", dijo Loaiza.
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