Alrededor de 10 esposas de uniformados se sumaron hoy a la huelga de hambre que inició el lunes el sargento Pedro Ticona pidiendo que el Gobierno otorgue mejor salario a los miembros de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (Anssclapol).
“Ya no vivimos (con nuestros esposos) porque los policías trabajan 24 horas. (Eso) bien sabe el Gobierno y les manda en comisión a otro departamento y qué hay de nosotras. El sueldo tenemos que dividir, se lo llevan la mitad”, reclamó la representante de las esposas a nivel nacional, Andrea Choquehuanca. (La foto de archivo de un amotinamiento anterior)
El presidente de la Anssclapol, sargento Javier Ticona, explicó que la mejora salarial que los policías piden “consiste en soldar el bono de Seguridad Ciudadana al haber básico”.
“Creemos que esto viable porque no afecta. No es un aumento salarial, sino es llevar (recursos) de un rubro a otro en el presupuesto de la Policía”, indicó.
Quispe agregó que en términos monetarios, esa reforma implicaría que el salario mínimo de un efectivo suba de 1.800 bolivianos a 2.200, porque el bono es de 400 bolivianos y se entrega mensualmente.
Recordó que en 2012 la Anssclapol aceptó un incremento de 100 bolivianos porque entendieron que el Gobierno “no tenía plata”. Pero, ahora aseguró que no claudicarán hasta conseguir su demanda. Al respecto, Choquehuanca dijo: “vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. No nos vamos a vender como lo han hecho por 100 bolivianos”.
El sargento Ticona, visiblemente debilitado, criticó que el Gobierno no dé una respuesta positiva a la demanda. “Las fuerzas de mi cuerpo m han dejado pero sigo en la lucha”, aseguró. Sin embargo, el Presidente de la Asociación anticipó que el huelguista será llevado a una clínica particular por su delicado estado de salud.
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