El excomandante de la Policía Boliviana Óscar Nina fue enviado anoche a la cárcel de Palmasola por los presuntos delitos de legitimación de ganancias y colaboración a la legitimación de ganancias ilícitas, por orden de la jueza quinta de Instrucción en lo Penal, Ximena Flores.
La misma medida, de detención preventiva en el penal de Santa Cruz, la jueza dispuso para el hijo del exjefe policial, el subteniente Óscar Nina Morales, y para al exedecán, el mayor de la Policía Javier Millán.
La esposa del general Nina, Nancy Morales Mendieta, y su hija Naima Lorena Nina Morales fueron dejadas en libertad bajo una fianza económica de 20.000 bolivianos
Fueron casi 11 horas de intensos alegatos y de resolución de recursos en una audiencia marcada por el hermetismo, ya que no se permitió el acceso a la prensa y las medidas de seguridad fueron reforzadas en el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Penal, ubicado en la zona de Los Lotes, donde se instaló la audiencia cerca de las 9:30.
Debido a tres incidentes procesales presentados por los abogados defensores de Nina, se dilató el debate hasta las 13:30, cuando la jueza declaró un cuarto intermedio hasta las 15:30.
Hasta pasado el mediodía, no se conocía con certeza la situación jurídica del general Óscar Nina, pese a que antes de llegar a Santa Cruz el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, precisó que estaba detenido y que su futuro dependía de lo que resolviera la justicia.
Incluso en el recinto judicial se comentaba la posibilidad de una ampliación de la imputación por parte de los fiscales, que hacían prever una investigación por los presuntos uso de influencias y nexos con el narcotráfico.
El fuerte dispositivo policial impidió que la esposa y los hijos del general Nina sean fotografiados y vistos por los periodistas que llegaron hasta el módulo judicial de Los Lotes.
Cuando la jueza determinó el intermedio, pasado el mediodía, Nina salió del recinto sin escolta policial, a buscar donde almorzar a unos metros del lugar junto a su abogado Nery Fernández.
“No sé cómo vienen a sacar este problema después de tanto tiempo. Esto es algo político y me molesta que se metan con mi familia”, le dijo Nina a un grupo de periodistas, dolido porque la noche anterior habían detenido a su esposa y sus dos hijos. Y después murmuró: “Cuando acabe la audiencia voy a hablar todo”.
Cambio de sede y amenazas
A la hora fijada, por la tarde, se reinstaló la audiencia en el módulo judicial de la zona sur de la capital cruceña; sin embargo, pasadas las 16:30 llegó un equipo de la Cooperativa Rural de Electrificación y cortó el suministro de energía eléctrica por falta de pago. Con este inconveniente la audiencia siguió hasta las 18:45. Cuando anocheció, la jueza Flores decidió cambiar la sede para proseguir con la misma.
De inmediato, se armó el operativo de traslado a las dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
A las 20:30, se presentó en la audiencia el comandante de la Felcc, Juan Carlos Ramos, y cinco minutos más tarde lo hizo el fiscal del Distrito de Santa Cruz, Gomer Padilla.
La audiencia concluyó a las 23:41 y, a la salida, la fiscal Ana Luisa Heredia –con la voz entrecortada– dijo que había sido amenazada de muerte, pero no precisó por quién o quiénes; la jueza Ximena Flores dejó la Felcc con una fuerte custodia policial.
Pasada la medianoche, en la Felcc se informó que los detenidos se quedarían en las celdas de ese recinto hasta hoy y en las próximas horas serían remitidos a la cárcel de Palamasola.
“Hay serias sospechas”
El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, dijo ayer que existen “serias sospechas” de que la familia del excomandante de la Policía Boliviana Óscar Nina esté vinculada a delitos de narcotráfico, “por eso, el Ministerio de Gobierno también está metido en esto y creemos que se ha dado un buen primer paso y le corresponde hoy a la justicia acelerar la resolución de este caso para sentar un precedente”, declaró a la conclusión de la reunión de gabinete.
Nina asumió como jefe policial antidrogas después de que el presidente Evo Morales expulsará a la Agencia Antinarcóticos Estadounidense (DEA) a finales de 2008 por sospechas de espiar a su Gobierno.
En aquel entonces, Nina era hombre de confianza de Morales, quien le encomendó reorganizar la fuerza antinarcóticos, y el 24 de enero de 2010 fue designado comandante de la policía.
Un año después -11 de marzo de 2011- fue relevado del cargo en medio de un escándalo luego de que en Miami fue detenido el general René Sanabria, otro exjefe policial antidrogas, por tráfico de un cargamento de cocaína. Dicha detención en febrero de 2011 llevó al arresto de otros policías cómplices en Bolivia.
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