La revista brasilera Veja, una de las publicaciones más importantes del vecino país, acaba de recordar las sospechas que pesan sobre el ministro de la presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, de “tener relaciones con el narcotráfico” y de visitar al narco Maximiliano Dorado en Santa Cruz de la Sierra.
Esto, en un artículo titulado “Encuentro sospechoso”, donde la revista comenta la reunión sostenida por el canciller del Brasil, Antonio Patriota, con el citado ministro boliviano, en el aeropuerto de Cochabamba.
Como se recordará, Veja publicó el año pasado un amplio reportaje con el título de “República de la Cocaína”, donde daba detalles sobre un presunto encuentro entre Quintana y Dorado -además de la ex candidata del MAS a gobernadora del Beni, Jessica Jordan-, de la cual los emisarios del oficialismo habrían salido portando sendos maletines.
El nuevo artículo de la revista brasilera muestra la voluntad de seguir investigando el tema. En cambio, muchos meses después de la polémica levantada por la nota anterior, el gobierno de Evo Morales aún no concreta sus amenazas de procesamiento judicial contra Veja. ¿Hay cola de paja?
Pero la administración evista no sólo tiene cuestionadores entre los medios de prensa del Brasil, sino que también parece crecer entre los parlamentarios de ese país una visión crítica hacia las arbitrariedades del régimen cocalero.
Así lo demuestra la reciente visita a Bolivia del senador del PMDB, Ricardo Ferraço, quien ya anunció que pedirá al Ejecutivo brasilero una exigencia más firme del salvoconducto para el senador Roger Pinto, asilado en la embajada del Brasil en La Paz.
La movida entre los parlamentarios brasileros incluye un llamamiento a Patriota para que dé explicaciones por el tema en la Cámara de Diputados, algo que sin duda motivará una actitud más enérgica de Planalto e Itamaraty en su relación con el gobierno de Morales…
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